Aunque todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas están relacionadas, ya que parten de una raíz común, es importante destacar las diferentes manifestaciones y espacios de la violencia. La violencia cometida en el entorno familiar es la más habitual y generalmente la más impune.
Las mujeres de todo el mundo tienen mayor probabilidad de ser lastimadas, violadas o asesinadas por su compañero actual o anterior que por otra persona. El domicilio privado es para millones de mujeres un lugar de sufrimiento, donde reciben maltrato, tortura e incluso la muerte. Además, por otra parte, muchas niñas sufren abusos sexuales en el hogar, mutilación genital femenina y otras prácticas tradicionales lesivas para las mujeres. En muchos países las mujeres son obligadas a matrimonios forzados y la desobediencia es castigada por sus familias con ataques violentos o con la muerte.
En la comunidad, las mujeres y niñas sufren violación, abusos sexuales y acoso sexual en el trabajo, en las instituciones educativas y otros espacios. La trata de mujeres, la prostitución forzada y el trabajo forzado también se incluyen dentro de esta categoría, como los abusos contra las trabajadoras domésticas -reclusión, brutalidad física, condiciones de esclavitud y agresión sexual-. Se persigue y se cometen actos de violencia contra mujeres lesbianas, que son estigmatizadas y violadas para corregir su "desviación", a veces incluso por encargo de sus propias familias.
Muchas mujeres sufren violencia por parte de agentes del Estado. Amnistía Internacional ha documentado numerosos casos de violación y tortura a detenidas por parte de policías y guardias de prisiones. Además, por pertenecer a una determinada minoría étnica, miles de mujeres han sido sometidas a esterilizaciones forzosas y las mujeres migrantes son más vulnerables a sufrir discriminación y abusos sexuales por policía, guardias de fronteras, funcionarios de inmigración.
En tiempos de guerra, las mujeres y niñas son a menudo objetivo militar. Por otra parte, la gran mayoría de las personas refugiadas y desplazadas internas a causa de los conflictos, son mujeres y niñas. En estos contextos son violadas, secuestradas, mutiladas y esclavizadas sexualmente o como combatientes. La violación sistemática a las mujeres y niñas del bando enemigo ha sido utilizada como arma de guerra en los últimos conflictos tanto por ejércitos gubernamentales como por grupos armados.
Vía Amnistía Internacional
Desgraciadamente, así es. Tu lo has descrito muy bien Lola.
ResponderEliminarY Pedro Guerra lo canta muy bien.
Un abrazo
noche
Describes una realidad que humilla. ¿Cómo cambiarla? La conciencia de la igualdad se está llevando por delante muchas vidas y sufrimiento. Lo peor es que esa falsa conciencia no basta.
ResponderEliminarUn saludo.
Hoy tenemos mani en lA Laguna....QUE MIS HIJAS Y NIETAS VEAN EL CAMBIO.
ResponderEliminarTe dejo mi saludo solidario de mujer a mujer.
ResponderEliminarNO A LA VIOLENCIA MACHISTA
ResponderEliminarExactamente es así Lola, lo podías decir más alto pero no más claro.
ResponderEliminarBesos
VIVA! todas las mujeres...
ResponderEliminarLa violencia no tiene sexo, no es cierto, no existe la violencia de genero, solo existe la violencia. Y es lo que hay que combatir, no ponerle apellidos para manipular votantes y doblegar conciencias.
ResponderEliminarLa violencia esta arraigada en nuestra sociedad y es alentada desde que nacemos para motivarnos a ser mas que los demás, tener mas, valer mas, aunque sea a costa de los demás. Cuando no podemos soportar ese estrés lo vamos trasformando en una frustración que deriva finalmente en una paradójica violencia hacia los mas cercanos. O es utilizada y mediatizada para hacernos odiar a nuestros países vecinos, a los desamparados, a los extranjeros, a una determinada raza...
la mayoría de religiones además de fomentarla menosprecian a la mujer, relegándola a un segundo lugar, pero el principal problema es la propia sociedad que nos vuelve depredadores de nuestros hermanos.
Que tema tan grande...vas cediendo a los magistrales temas de Pedrito. Tanto dicen tanto nos cuentan en cada letra.
ResponderEliminarLili
La violencia contra la mujer, una situación que cuando termine, me levará a creer en Dios. ¿Será eso traicionar al ateísmo?
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