Caramba, después de buscar información rigurosa para demostrarles a mis amigas que el Reiki es una pseudociencia me tropiezo a la iglesia católica en el mismo frente, irónicamente declaran en una Publicación por los obispos de este país un documento sobre el Reiki, de nombre, “Directrices para la evaluación del Reiki como Terapia Alternativa”, del que les entresaco algunas frases:

Los estudios científicos que se han hecho han demostrado lo siguiente. Se han realizado pruebas científicas en pacientes aquejados de ciertas enfermedades en más de 200 estudios, con enfermedades mentales y físicas, y se compararon resultados cuando se aplicaba Reiki, o no, o bien se hacía una parodia, un engaño, simulando Reiki, es decir, por alguien que no decía ser un sanador de Reiki, o bien aplicando medicación científica, medicina occidental, y lo que se demostró es que el Reiki no consigue sanar en ningún caso, logrando sólo una cierta relajación en el paciente, o bien un efecto muy transitorio, puramente de influencia psicológica en el paciente creyente en la terapia, como un placebo, es decir, él cree que el Reiki le va a curar, y eso solamente ya tiene un efecto sanador, relajante, pero nada más.
“En conclusión, no hay evidencia suficiente para afirmar que el Reiki es un tratamiento efectivo para ninguna enfermedad. Por lo tanto, el valor que pueda tener el Reiki continua sin haberse probado”.
Los responsables políticos que han abierto las puertas de la Sanidad Pública al Reiki están malgastando recursos económicos y humanos en la formación de personal sanitario en una práctica curanderil. Y los colegios médicos y de enfermería están siendo cómplices con su silencio, y a veces apoyo expreso, de que se engañe a los pacientes hablándoles de energías mágicas y otras paparruchas. Supongo que el siguiente paso será el reconocimiento del Reiki como acto médico por parte de la Organización Médica Colegial (OMC), como ha hecho con la homeopatía, para asegurarse de que sus colegiados sean los únicos que puedan ganarse la vida imponiendo las manos.